Cuando Eres una Planta

Cuando me case, uno de mis tíos bellos me regalo una mata, la empece a regar siempre el mismo día de la semana y durante estos casi cinco años he visto semana a semana como tiene una hojita nueva, incluso ya saque algunas raíces para sembrar en otra matera y que sigan saliendo más y más hojitas, estaba a la entrada del apartamento donde le daba la luz de la ventana de las escaleras espectacular y la dejaba apenas abierta para que el aire siempre circulara así que ahora mata madre y mata hija estaban radiantes, verdes, maravillosas. 

Hace poco me mude y mi nueva casa tiene jardín, así que se me ocurrió la brillante idea (sarcasmo) de dejarla allí y todo mal!!!!! parece que fumigaron y por supuesto mi amada planta con su verde resplandeciente empezó a ponerse triste, sus hojas mas superficiales se empezaron a secar, la entre a la casa cerca a la ventana pero sin corriente de aire y poco a poco se ha ido recuperando, tiene raíces super fuertes y creo que por eso ha resistido todos los cambios y la adversidad del veneno (o lo que quiera que sea lo que ponen al fumigar)...

Pero, ¿qué pasa cuando tú eres la planta? Estas en el espacio adecuado, en las condiciones perfectas, luz, agua, aire, todo es estabilidad y equilibrio, todo paz y perfección y de repente ¡pum! cambias, de trabajo, de estado civil, de país o como yo, de casa, de rutina, de estilo de vida...

Solo queda acudir a nuestras raíces y determinar que tan fuertes están...

Hace poco adicionalmente, como si fueran pocos los cambios (que de por sí me dan duro) tuve una cirugía y los primeros días de recuperación fueron bastante rudos, no sabia que parte del cuerpo me dolía mas la verdad, cuando no estoy bien de salud mi animo tiende a decaer bastante, pero no podía simplemente quedarme acostada sin hacer nada todo el día, dentro de las indicaciones médicas estaba caminar por lo menos veinte minutos diarios, así que aunque me quería poner dramática por el dolor tenía que levantarme todos los días y andar, así que sentí esa voz que pregunta para retar: "¿Tus raíces son tan fuertes como las de tu amada matica que se esta recuperando?", "Vuelve a la raíz, yo soy tu raíz" y recordé la oración de una amiga muy querida "Que Jesús sea el oro de tu casa" así que adolorida levante las manos e imagine que puedo saltar y bailar (en la realidad no puedo hasta dentro de un mes) y tome la decisión de adorar, de ser como mi mata y a pesar de no tener fuerzas levantarme y hacer lo que tenia que hacer, porque recordé que mis raíces están profundas en Dios, que ante la primer dificultad no muero aunque me sienta débil.

Así que se como mi planta, que aunque paso por un cambio difícil, se esta reponiendo y aunque murieron algunas hojas, están naciendo nuevas y poco a poco esta recuperando su lindo verde.  

Gracias por leer hasta el final, bendiciones.