La Magia del Orden

Los primeros meses de embarazo no me dejaron leer mucho, así que “La Magia del Orden” de Marie Kondo es apenas mi segundo libro del año (del primero aun les debo la sorpresa) y aunque no es un libro propiamente cristiano quise darle la oportunidad. 


He de iniciar aclarando que no tuve conocimiento de su método por la serie de Netflix, que de hecho me parece muy superficial y no le veo mucha diferencia con otros programas de organización, sin embargo me pareció bueno que así fuera por moda, la gente se pusiera a organizar su casa jajaja. 



Quienes me conocen realmente saben que ¡me encanta la organización!, creo que si no fuera bailarina me habría gustado ayudar a otras personas a organizar sus casas, oficinas y demás, pues he tenido desde siempre el lema que “si mi espacio está en orden, mi cabeza está en orden” así que encontrarme con una mujer a la que le guste tanto la organización más que a mi, hizo que me dieran ganas de leer su libro y le di la oportunidad. 



Es un libro súper fácil de leer, me demore menos del mes propuesto ya que sus capítulos aunque son un montón, solo constan de una página y media cada uno a lo mucho, tiene letra grande y el contenido es muy claro que no necesita masticarse demasiado; conocer un poco el contexto y la historia de la autora me ayudo a entender el por que de su método, sin embargo culturalmente si estoy en desacuerdo con cosas que para mi son extremas como "agradecer a la ropa" "despertar los libros" y cosas así que le ponen un poco de misticismo a lo que simplemente son objetos. 

Con todo y lo anterior me parece un libro que te permite reflexionar acerca de lo que realmente necesitas y lo que tienes de mas, creo que en ocasiones podemos refugiarnos en adquirir cierto tipo de productos u objetos intentando llenar algún vacío (como el joven que tenia cientos de zapatillas que no usaba y las coleccionaba solo porque cuando niño no tenia para ponerse unos tenis costosos o de marca). 

Esto me ha llevado a ser mas consiente a la hora de pensar en comprar algo, porque recorriendo mi casa pude sacar muchas cosas que: 

  • Nunca había usado
  • Hace bastante tiempo no usaba 
  • Había olvidado que tenia
  • Ya no me gustaban
  • Estaban desgastadas
  • Tenia repetidas 

La invitación es a no consumir por consumir solo por tener o no con que comprar, sino a fijarnos en lo esencial, que no son nuestras posesiones sino desde mi perspectiva, se trata de cultivar nuestras relaciones, de compartir con las personas que amamos y no de llenarnos de objetos innecesarios que a la final van y vienen.  
   

Gracias por leer hasta el final, bendiciones. 



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